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En el país hay 1,2 millones de armas según la extinta Comisión Desarme.Caracas. Pablo Fernandez, ex secretario de la extinta Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, es optimista cuando hace un balance del trabajo del organismo, creada en 2010 por el entonces presidente Hugo Chavez para definir '“durante un plazo de dos años'“ una política de Estado sobre el control de armas.Enuncia la prohibición a la comercialización de armas, dictada hace dos años, que llevó a la desaparición de las armerías; las campañas en medios de comunicación; la destrucción de pistolas, rifles y revólveres; y los controles impuestos a la producción y distribución de municiones. También enfatiza en las nuevas políticas de marcaje de municiones: 'Teníamos una ley de armas y explosivos de 1939, y que había sido aprobada por el presidente Eleazar López Contreras. En 2002 se elaboró una primera ley desarme que fue tan tibia, tan genérica y tan poco vinculada a la realidad que terminó siendo inaplicable como tantas leyes que han quedado dormidas en una gaveta'.Fernandez, ahora director de desarrollo curricular de la Universidad Nacional de la Seguridad (Unes), resalta que la Comisión Desarme indagó en las causas de la violencia y las 'razones lógicas del uso de las armas' en el país. Se revisaron las experiencias en países como Brasil, que logró bajar los índices de criminalidad y sacó de las calles mas de 600 mil armas en seis años;
y Argentina, que también implementó un programa de incentivos monetarios para la entrega voluntaria de armas que fue reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como 'uno de los tres mejores del mundo'.Un informe final de la comisión, que cita datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Ciudadana (INE, 2010), indica:_94%de los homicidios en el país se cometen con arma de fuego, 93% de los victimarios son hombres jóvenes entre 15 y 44 años, y 83%_de las víctimas pertenecen a los estratos mas bajos (sectores D y E).Pese a ello, Fernandez afirma que en el país todavía hay 1,2 millones de armas, según calculos que hicieron en la comisión. Agrega que cerca de 50% fueron adquiridas en un mercado que fue legal hasta 2011. Entre las medidas implementadas por el Ministerio de Interiores y Justicia '“durante la gestión de Tareck El Aissami'“, la Dirección General de Armas y Explosivos (Daex) y la estatal Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim), estuvo también la destrucción de armas (355.765).'El uso de las armas esta vinculado a la necesidad de generar seguridad personal. Pero también como un instrumento para la construcción de identidad, poder y masculinidad... no hemos llegado a donde debemos llegar', apunta Fernandez.También se enfoca en la corrupción como parte del problema. Señala el desvío de armas incautadas por los cuerpos de seguridad, que alimenta un mercado negro cada vez mas rentable. De allí que se intente poner acento en el control de las municiones, que arrojó resultados positivos en Brasil.Recuerda que en 2012 el Gobierno adquirió maquinaria especial para el marcaje de las municiones mediante rayos laser. Con este nuevo sistema, las balas tendran códigos alfanuméricos que permiten identificar el cuerpo de seguridad e incluso el nombre del funcionario que recibió la dotación.UN llamó esta semana a Cavim para consultar sobre el estatus del programa, pero no hubo respuesta. Fernandez desconoce los avances del fondo especial para el Secretariado por la Paz y la Vida, que recibió en agosto un presupuesto de 200 millones de bolívares y que sera coordinado por José Vicente Rangel ívalos como secretario ejecutivo.
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