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La maleta de trabajo de Samuel Ortiz rueda cada vez mas vacía por los pasillos de las clínicas y hospitales que visita desde hace 22 años en los estados andinos del país. Una pregunta marca el inicio de sus conversaciones con los médicos: '¿Pero hay o no hay?', le dicen cuando apenas se alista para explicar los beneficios de determinados medicamentos dermatológicos y oftalmológicos. La incómoda interrogante es valida, pues solo tres de los 10 productos que promociona se consiguen en el mercado. 'Antes ser visitador médico era sinónimo de abundancia y un trabajo apetecible, ya no', lamenta. Es uno de los seis mil visitadores médicos del país que podría perder su trabajo. Aún así continúa cumpliendo su jornada de visitar diariamente ocho consultorios médicos y tres farmacias. 'Uno tiene que seguir trabajando para tener permanencia. Gracias a Dios, en mi empresa no han ocurrido despidos masivos como en otras, sino que cuando alguien renuncia, se congela la vacante', explica a propósito de las medidas que varios laboratorios toman de reducir personal de ventas, debido a las limitaciones operativas de la industria farmacéutica por falta de divisas. La deuda que el Estado mantiene con el sector es de $497 millones, según la Camara de la Industria Farmacéutica (Cifar), la cual reportó a principios de este mes, en un comunicado, la paralización de varios despachos por esta razón.Diana Abdul, supervisora de visitas médicas del laboratorio Medifarm, comentó que al menos 100 visitadores médicos dejaron de laborar en la compañía el año pasado debido a que el laboratorio tuvo que reducir de seis a dos sus líneas de productos. Solo quedaron -afirma- 70 de estos profesionales ante la imposibilidad de mantener la anterior fuerza de venta. Los que continúan, sin embargo, no gozan de los mismos beneficios: 'Como hay tanta escasez de medicamentos y lo poco que llega se esta vendiendo de una vez, nos bajaron las comisiones a la mitad', explica Abdul. Por lo que antes cobraban 6.000 bolívares, ahora cobran entre 2.500 y 3.000 bolívares. Por eso, muchos de sus subalternos recurren a fuentes alternativas de ingresos como venta de perfumes, ropa, relojes, entre otros. La Ley Organica de Precios Justos (Lopj), aprobada en enero de este año, supone otro riesgo para la estabilidad de estos trabajadores. Alfredo Salomón, presidente del Sindicato Nacional de Visitadores Médicos, explica que el instrumento no los contempla como empleados de los laboratorios, sino como publicidad prescindible fuera de los costos de producción. 'Lo que las empresas tienen que gastar por nosotros estaría metido en el margen de ganancia de 30% que establece la ley. Esto pone en riesgo a los empleados de la visita médica a nivel nacional, porque si vamos a salir tan caros o mas de lo que ellas producen, nos van a eliminar', dice con preocupación. En el caso de Medifarm, la fuerza de ventas representa 22,6% de inversión de la compañía. En otras empresas, el costo de la visita médica alcanza 24%.'La semana pasada estuve en una reunión interna de nuestro sindicato nacional y estiman que es probable que entre abril y junio salgan como 600 visitadores. Lo que esta pasando es muy grave. Tenemos que protestar', dice Abdul.Para evitar despidos, algunas empresas aplican ajustes en la jornada laboral y muchos visitadores médicos trabajan medio día y cobran sólo la mitad del sueldo. Víctor Calleja, visitador médico de una empresa cuyo nombre pidió mantener en reserva, cuenta que sus zonas de viaje fueron suspendidas y ahora la ruta sólo se limita a la ciudad de residencia.El sindicato esta al tanto de los cambios, pero Salomón reconoce el dilema. 'Ahorita mas bien estan agradeciendo que no los boten, aunque no cubran las expectativas en relación a contratación colectiva y comisiones. Es delicado porque tampoco se puede culpar a la empresa de que no le liquiden las divisas'.
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