Durante este Sabado de Gloria, algunas familias desplegaron estrategias para cazar alimentos
En Venezuela, las familias estan armando logísticas para sortear la escasez de productos basicos y los comercios diseñan estrategias para ordenar el alboroto que se genera cuando llega la mercancía mas buscada.Durante este Sabado de Gloria, algunas familias desplegaron estas estrategias para cazar alimentos, de acuerdo con un recorrido por el Abasto Bicentenario de San Bernardino, Unicasa de la Candelaria, Central Madeirense de San Luis y el Mercado Municipal de Guaicaipuro, todos en Caracas. En la mañana, José Ostos y su esposa se separaron para buscar leche y harina precocida en diferentes sitios. í‰l, a las siete y media, se formó en una cola que se extendía por mas de una cuadra en el Bicentenario. Ella llegó al Unicasa de Candelaria. Cuatro horas mas tarde, José abandonó la fila que se movía de 20 en 20 fuera del local, porque su esposa ya estaba haciendo la cola para pagar algunos productos en Unicasa. No consiguió ni leche ni harina. José cuenta que -antes- él salía solo a hacer el mercado para todo el mes. Pero desde hace un año diseña con su esposa una logística: ella sale por alla y él por aquí. El que encuentre mas productos o el que consiga menos cola, le informa al otro para concretar las compras. 'Porque si se consigue leche, sólo se pueden llevar dos por persona. Ademas, hay que ir a 5 y 6 sitios. Es agotador', comenta a las afueras del Unicasa, que esta mañana no tiene ni harina ni leche ni azúcar ni aceite. Y aún así, hay cola.Afuera del Bicentenario de San Bernardino, un señor alquila banquitos a Bs 10. Cerca, esta Yesenia Díaz, que desde las ocho de la mañana hace la cola con unos tíos y su bebé en el coche. Buscaban harina, arroz, azúcar y café. Por la cantidad de gente que tiene delante, cree que saldra entre dos y tres de la tarde. 'Es horrible, pero qué mas se le va a hacer'.Los comercios también idean acciones para organizar las colas y evitar el consumo de mercancía dentro del local sin realizar el pago. Una estrategia cobra fuerza en el Central Madeirense de San Luis hace dos meses. La fila se arma afuera, se entrega el número por persona y de uno a uno se pasa por cajas destinadas para estas compras. La persona hace el pedido y paga. 'En el trayecto se le va informando a la clientela cuanto va quedando de cada cosa: tantos bultos de esto, tantos de aquello', comentó un empleado.Luego, con el ticket en la mano, el cliente sale a la calle, pasa por el estacionamiento y ahí se le entrega la mercancía. 'Es complicado, pero es mas seguro'. Ha habido ocasiones en que algunos clientes piden revisar los depósitos del local para verificar que, en efecto, no hay inventarios guardados. 'Si no, se amotinan', cuenta el joven.
REGRESAR |