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El mediático y gigantesco operativo militar venezolano que incluye cierres nocturnos fronterizos para combatir el contrabando de productos básicos hacia Colombia cumplió un mes el jueves, con magros resultados que alimentan dudas de empresarios sobre su eficacia.
La pasada semana el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro informó que en 26 días de inspecciones militares se habían incautado 4.300 barriles de combustibles y lubricantes, cifras que ni siquiera llegan al 0,2% de la estimación oficial de contrabando, que se sitúa en 100.000 barriles diarios.
Por su lado la almirante y ministra de Defensa, Carmen Meléndez, dio cuenta del decomiso de 1.452 toneladas de alimentos y de 300.000 unidades de medicamentos, balance modesto en un país que –dice el gobierno– contrabandea hacia los vecinos un tercio de los bienes básicos disponibles.
“Tenemos dudas de si este evento ha sido positivo” afirmó a la AFP Daniel Aguilar, presidente de la patronal Fedecámaras en el estado fronterizo de Táchira y resaltó que “la costosa movilización de 17.000 militares ha atacado las consecuencias y no las causas” del contrabando.
“Debe hacerse un análisis del diferencial cambiario y crear un régimen especial con el bolívar y el peso colombiano” señala Aguilar.
El flujo de productos básicos e insumos agrícolas desde Venezuela está incentivado por los controles de precios y de cambio vigentes desde 2003, y que han creado una brecha a veces de 10 a 1 entre los valores oficiales y los del mercado negro o los practicados en países vecinos, mientras la economía venezolana enfrenta una inflación superior a 60% y escasea más de uno de cada cuatro productos básicos.
Desde el lado colombiano las autoridades intentan también frenar el contrabando, que ha ido en ascenso año a año, generando problemas económicos y sociales. “El contrabando en Colombia es la mayor plaga que existe para el sector agropecuario.
Este año hemos logrado en decomiso un incremento de 40% respecto al año anterior” y orilla los cinco millones de dólares, dijo la pasada semana el ministro de Agricultura de Colombia, Aurelio Iragorri Valencia. En el caso del contrabando de combustibles, está alimentado por un subsidio desmesurado que hace que en Venezuela sea más caro comprar una botella pequeña de agua que llenar un tanque de gasolina de 50 litros.
Por su lado el gobernador del fronterizo estado Táchira, José Vielma Mora –quien divulgó cifras propias de decomisos, algo mayores en cuanto a combustibles y menores en alimentos– anunció para este jueves una reunión con autoridades del gobierno central para evaluar el balance del cierre fronterizo... REGRESAR |
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