| José Joaquín 'Papa' Carrillo construyó su leyenda en el deporte venezolano con su enorme talento para rematar los balones en la malla alta y su gran bondad. Nacido en Puerto La Cruz en 1923, el padre del voleibol venezolano se despidió ayer en la Clínica Metropolitana de la capital, a los 91 años, tras batallar con el dolor que le produjo la muerte de un hijo en un accidente de transito y la diabetes que en los últimos años fue minando progresivamente su salud. 'Papa' Carrillo llegó a Caracas muy joven y desde sus primeros días en el Colegio Diego Losada de Monte Piedad y el Liceo Andrés Bello en la Candelaria, mostró un talento natural para los deportes. Como mucho de los atletas que surgieron en los años 30, incursionó en varias especialidades. Fue primera base, velocista y saltador de largo y alto, arquero y pívot en los equipos de baloncesto. Pero como recuerda uno de sus amigos mas entrañables de siempre, Oswaldo 'Papelón' Borges: 'Carrillo se dedicó en cuerpo y alma al voleibol, porque en este deporte era una verdadera estrella'. A los 15 años, Carrillo era la maxima figura del voleibol nacional y con sus potentes remates condujo al equipo a conquistar la medalla de oro en los I Juegos Deportivos Bolivarianos, celebrados en 1938 en Bogota, Colombia. Pero su epopeya deportiva no se remitió simplemente al tabloncillo, también se ocupó de apadrinar a las nuevas generaciones de voleibolistas que crecieron bajo su manto protector. 'Para los voleibolistas de ayer y de hoy, Carrillo fue el guía, el ejemplo, el hombre que nos enseñó que para llegar a algo grande había que sacrificarse, ponerle un extra en el deporte y en la vida', recordaba ayer Borges, otra leyenda de la malla alta, ex presidente del Instituto Nacional de Deportes, quien se arrimó al buen arbol de quien sembró y regó con constancia la semilla del voleibol en Venezuela. La polvorienta cancha ubicada en la Casa Sindical de El Paraíso, sin techo, con las rayas a medio pintar y el asfalto que quemaba los zapatos cuando el sol apretaba su fuego, era el cuartel general desde donde 'Papa' Carrillo y otras figuras inolvidables del voleibol nacional como el multiatleta Raúl 'Cigarrón' Landaeta, Alberto Gonzalez, Rafael Bereciarte, Lino Conell (padre), Yoel Marín, Alfredo López, José López, Luis José Rodríguez y Luis Frederick, multiplicaban el amor por el voleibol y acogían a los nuevos practicantes como 'Papelón' Borges. 'La primera vez que lo vi jugar fue en la cancha que había en el antiguo estadio Nacional (hoy Brígido Iriarte de El Paraíso), y resultó asombroso. Tenía una extraordinaria capacidad para ubicarse de espalda a la malla y meter unos remates imparables como si tuviera ojos en la nuca. A nadie mas he visto nunca meter esos cañonazos prodigiosos', revive quien también fue artífice de la primera gran hazaña del voleibol nacional. 'Papa' Carrillo y su compañero José Luis Rodríguez, a la sazón entrenador, jugador y sicólogo de la selección de voleibol, armaron el equipo para participar en el clasificatorio al Mundial de Brasil 1960. 'Estabamos muy atrasados técnicamente, pero teníamos el ímpetu que nos transmitía Carrillo'. Con ese impulso vital de la figura señera, la selección viajó a Sao Paulo para disputar la eliminatoria ante India y Uruguay. 'Ganamos los dos partidos por tres sets a dos y nos clasificamos a Venezuela al primer mundial de voleibol', agrega Borges. 'Allí todo el mundo quedó con la boca abierta por los remates de espalda de Papa Carrillo. Era algo increíble, y gracias a esos remates derrotamos 3-1 a Uruguay en el Grupo A del Mundial. Ellos nos superaban técnicamente, pero nosotros teníamos la garra que nos inculcaba nuestro capitan'. Venezuela perdió luego con Brasil (3-0), pero igual avanzó a la ronda final, donde culminó en el puesto 10, una ubicación que sigue siendo la mejor en la historia de once participaciones mundialistas del voleibol venezolano. A partir de esa hazaña el voleibol se multiplicó por todo el país. Todo gracias al legado de una figura ejemplar, cuyo nombre honra el gimnasio de voleibol y baloncesto del Parque Miranda, y que entró en la historia del deporte como el 'Papa' de la malla alta en nuestro país. Honor y gloria al viejo y legendario José Joaquín Carrillo. ... REGRESAR |
