A lo largo del último año en el país se ha acentuado el fenómeno del bachaqueo, el cual responde a 'un proceso de distorsión del sentido moral en el que, incluso, los profesionales son seducidos por las ganancias que genera la actividad'.Así lo considera Tulio Monsalve, docente y psicólogo social, para quien el referido fenómeno no es un problema de clases sociales.LEA MíS:
Bachaqueros: Una
plaga que no tiene paz con la miseria
El experto en comportamiento humano destaca que el problema radica en tres factores estructurales que son de naturaleza económica, productiva y monetaria.'En estas justificaciones, el bachaquero fundamenta su oficio ilícito, el cual opera bajo un modelo cultural distorsionado-enfermo que se caracteriza por ser individualista y productivista, es decir, promueve la competencia con la finalidad de ganar mas que el otro. Todo ello bajo el esquema del capitalismo', asevera.
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contra el bachaqueoEl término 'bachaqueo' nació en Colombia y fue incorporado al vocabulario de los venezolanos durante los últimos meses como definición de una nueva practica ilícita por parte de quienes se dedican a madrugar, hacer colas y obtener productos de primera necesidad por cualquier medio con la finalidad de revenderlos hasta por 10 veces su precio.Julieta Casó, socióloga y profesora de la UCV, asegura que el vocablo esta asociado al 'bachaco' que camina con grandes cantidades de comida a cuestas, de forma semejante a las personas que por oportunidad adquieren bienes ilícitamente y los venden a terceros quienes estan dispuestos a pagar el producto ante la necesidad o por no disponer de tiempo para hacer la cola y comprar al precio justo.Monsalve recuerda que esa practica es un delito y pasó de ser un chiste popular a convertirse en un grave problema que para algunos constituye una nueva actividad económica que, a pesar de ser ilegal, 'es aplaudida y goza de reconocimiento'.Ambos expertos advierten que quienes se dedican a bachaquear pierden el sentimiento de culpa y la capacidad de autocrítica debido al círculo vicioso que se crea, en el cual 'la viveza criolla, el ventajismo, el rebusque y los antivalores' ganan aceptación en la sociedad.Para Casó, esa situación da un nuevo sentido al concepto de crimen sin criminal, muestra clara del oportunismo donde se plantea 'el yo tengo la posibilidad de adquirir un bien y al tenerlo, estoy en ventaja frente a otra persona que no tiene esa posibilidad'.Producto del oportunismo, Casó atribuye el bachaqueo a las características que tenemos como país rentista y oportunista, donde se disfruta de los beneficios obtenidos de un bien por el que no se trabaja pero al que puede sacarsele ganancia. 'Eso no esta mal. Lo que esta mal es que con esa ganancia yo me beneficie rompiendo ciertos valores éticos que tienen que existir en la sociedad', comenta.Agrega que la búsqueda de la oportunidad lleva al individuo a personalizar todo a su alrededor: 'Por ejemplo, yo soy amigo del señor del abasto y le digo: '˜Cuando llegue la leche, me avisas'™, y él, como es mi amigo, lo hace no porque se vaya a beneficiar con ello, sino por solidaridad'. Ese hecho conlleva la ruptura de los canales reglamentarios y propicia un estado de desigualdad ante quienes sí hacen su cola.La historia sin fin. Las redes delictivas que se dedican a la actividad del bachaqueo perfeccionan sus métodos para evadir los mecanismos que impone el Gobierno nacional para garantizarles el acceso a los productos de primera necesidad a todos los ciudadanos e impedir esa practica, que causa daños a la economía. Sin embargo, de no romper con el círculo vicioso, las personas inescrupulosas continuaran negociando con la necesidad de quienes por determinadas circunstancias no pueden hacer la cola para adquirir no solo artículos de primera necesidad y otros bienes de consumo masivo a precio justo.'El bachaqueo negocia con una carencia, como es el caso de las medicinas, en el que las personas estan dispuestas a pagar lo que sea. Ello se evidencia en las redes sociales, donde se muestra un deterioro del tejido social', dice Casó.Recomendaciones. Como mecanismo para combatir el bachaqueo, algunos juristas como Joffre Núñez plantean la necesidad de modificar, vía habilitante, la Ley de Costos y Precios Justos y aumentar la pena sancionatoria a quienes infrinjan la normativa, a 30 años, con la finalidad de defender los derechos del pueblo. Actualmente, la Ley Organica de Precios Justos tipifica en su artículo 54, referido al acaparamiento, una sanción por vía judicial de ocho a 10 años. Igualmente, sanciona con multa de entre mil y 50 mil unidades tributarias, y con la ocupación temporal del establecimiento hasta por 180 días.Para Monsalve, 'no basta con calificar y criminalizar a la gente, tiene que existir una sanción de caracter moral para que las personas asuman sus culpas y tomen consciencia del daño que su conducta le produce a la sociedad'.Por su parte, Francisco Martínez, primer vicepresidente de Fedecamaras, luego de retractarse por haber afirmado días atras que el bachaqueo es 'una actividad empresarial', manifestó que 'la clave es una alianza entre Estado y empresarios para incrementar los niveles de producción en el país, porque nadie especula con la abundancia'.... REGRESAR |