Entre las cosas que se lleva el huracan revolucionario, te tocó a ti esta semana. Es una pena, porque uno se había encariñado desde niño contigo. En la mañana, ¡cómo resolvías un desayuno! Muchas señoras vivían de hacer tortas y venderlas, pero es lógico que el Gobierno quiera también el monopolio de las tortas. Adiós a las tortillas francesas, a las panquecas y a tantas otras cosas de las que fuiste durante tantos años fiel compañero... REGRESAR |