Muchos lectores se sintieron identificados con el editorial de este martes, titulado Sin moral, ni luces... ni teléfono, acerca de la precariedad del servicio de las empresas estatizadas después de que pasó a manos de la revolución. Uno de ellos formalizó ante este diario una denuncia: desde abril del año pasado, este lector, que responde al nombre de José, se ha visto obligado a pagar en tres oportunidades una deuda de Bs. 123.928,25. Luego de un primer pago en esa oportunidad, la estatal telefónica cortó servicios de telefonía y ABA, y exhortó 'amablemente' al usuario presentar recibo de pago de ese mes. Pese a que tal recibo fue presentado y el servicio restituido, el mes siguiente José tuvo que volver a cancelar esos 123.928, 25 junto con su recibo habitual de teléfono. De nada sirvieron las cartas que, según asegura, dirigió a la presidenta de Cantv narrando el caso, ni el doble pago de una deuda cancelada originalmente en abril. Mes a mes, José sufrió la suspensión de los servicios de Cantv, incluso luego de pagar por tercera vez (ahora en bolívares fuertes) la misma deuda, el pasado 28 de julio. REGRESAR |