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Hoy traemos unas cifras actualizadas del monto acumulado de lo que está previsto en expropiaciones y estatizaciones. Estamos hablando de la bicoca de casi 23 mil millones de dólares. Estamos hablando proporcionalmente de un 40% de toda la deuda externa de Venezuela. Esto no incluye lo mas reciente como el caso Cativen, con los hipermercados Éxito y los supermercados CADA, ni casos todavía poco claros, como la empresa de arroz Cargill, el Sambil de La Candelaria, o el Hotel Margarita Hilton, y mucho menos las 700 mil hectáreas de tierras agrícolas expropiadas. Esos 23 mil millones de dólares salen de tu bolsillo. Es dinero que se deja de invertir en tu seguridad, salud, o educación. Las expropiaciones equivalen a que a cada familia de Venezuela le quiten 30 millones de bolívares para que el gobierno se convierta en empresario. ¿Qué ganan los venezolanos con esta obsesión del Presidente? La respuesta es muy sencilla y muy clara: absolutamente nada. Porque estas empresas en manos del Estado solo han significado pérdidas de empleos, deterioro de las condiciones laborales de sus trabajadores y una caída en la producción o en la calidad de sus servicios. Esto es lo que se pudiera hacer con el monto previsto para expropiaciones y estatizaciones: Este monto alcanzaría para cubrir el costo total durante 10 años de los 70 mil policías actuales y de 40 mil adicionales que se necesitan, con un salario promedio que triplique el salario mínimo vigente, como fue anunciado para la nueva Policía Nacional. Con el monto total podrían construir 750 mil viviendas que mucho ayudarían para paliar el déficit habitacional del país de unos 2 millones de hogares. Con todo este monto se podría construir: • Un Hospital Tipo II (con una cobertura de unos 100 mil habitantes) en cada uno de los 335 Municipios del país y un CDI en cada una de las 1.065 parroquias. • Los 5 mil centros educativos que se requieren para cubrir el déficit actual de escuelas y liceos en el país. • 2 mil kms. de autopistas, equivalente a la mitad de la red actual. Esta es nuestra propuesta, un camino radicalmente distinto, un camino que nada tiene que ver con el marxismo trasnochado que ahora proclama el Presidente. Nuestra propuesta es poner primero a Venezuela y primero a los venezolanos. Es invertir los recursos de todos en las verdaderas necesidades que tenemos. Esa obsesión enfermiza y egoísta de pretender ser dueño de todo va en contra de nuestra esencia, en contra de la posibilidad de progresar, Justicia es respetar el derecho a la propiedad. Julio Andrés Borges REGRESAR |
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