Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no ha logrado detener las fugas de petróleo en el Lago de Maracaibo, la situación se le ha escapado de las manos, pues su capacidad de respuesta ha disminuido, paradójicamente, desde que expropió a las empresas que le prestaban servicio de buzos, revestimiento y mantenimiento de tuberías.
Esta tesis corresponde al presidente del Consejo Legislativo del Zulia, Eliseo Fermín, que la alimenta con el argumento de que esas empresas, ahora estatales, carecen de personal técnico e insumos para llevar a cabo el más simple ejercicio de mantenimiento diario.
Por otra parte, una fuente ligada a la industria petrolera comenta que muchos de los buzos soldadores y técnicos prefirieron emigrar debido a que no estuvieron de acuerdo con las condiciones laborales que les ofreció Pdvsa. Hoy en día, muchos de ellos laboran en Brasil, México, Estados Unidos, y hasta en el Medio Oriente. 'No creas tú que cualquier buzo puede hacer esta tarea, estos son verdaderos técnicos y además deben estar en buen estado físico', indicó.
Eliseo Fermín sostiene que una de las formas en que se está intentando paliar el déficit de personal capacitado para la tarea es cerrando las válvulas de los pozos que alimentan las tuberías donde las fugas son críticas.
De acuerdo con el parlamentario, de seguir con esta solución la producción de occidente continuará en picada.
Pese a que reconoce que no se trata de un vertido o derrame como el del Golfo de México, sino de 'miles de fugas' que están superando la velocidad de reparación que tiene Pdvsa, asegura que son preocupantes pues no están siendo contenidas, y se afecta la ecología y economía de la zona.
Para Fermín es incuantificable la cantidad de petróleo que se ha vertido en el Lago desde enero de este año, cuando advirtieron por primera vez a la estatal petrolera que se estaban produciendo escapes constantes de crudo que no estaban siendo atendidos.
Aseguró inclusive que ya no solo se trata de crudo, sino que también de listing (gases que se inyectan a los pozos para recuperación secundaria, que son altamente contaminantes).
Pdvsa, sin embargo, en un comunicado reciente aseguró que ha reparado un promedio semanal de 117 fugas a lo largo de todo el Lago de Maracaibo, y que el volumen de crudo no supera los ocho barriles por día.
Reparación mayor
De ser vaciado el Lago de Maracaibo, podría usted estar viendo un enorme plato de espaguetis, pues bajo agua se entrelazan 45.000 kilómetros de tuberías. Muchas de ellas tienen entre 80, 60 y 40 años.
Aunque poco a poco se han ido reemplazando, queda todavía una buena cantidad que debe ser cambiada.
Comenta la fuente, ligada a la estatal petrolera, que Pdvsa tiene un cronograma de sustitución de las tuberías del Lago, pero no ha cristalizado.
La idea era ir reemplazando las viejas tuberías de manera paulatina, en espacio de dos a tres años.
'La tarea no es sencilla, además de que no existe la disponibilidad presupuestaria para acometerla', comentó.
Pero de existir el presupuesto, ¿será posible poner en marcha el plan? La respuesta, para expertos en el área, es no. Más de 15 empresas que se dedicaban sectorizadamente a cada labor -tendido de tuberías, revestimiento, mantenimiento, reparación y buceo- fueron fusionadas y convertidas en una sola, sin la posibilidad de asumir la tarea.
Un día normal en el Lago
Las tuberías son parte fundamental de la vida petrolera en el Zulia, ellas deben tener vigilancia diaria y mantenimiento permanente, deben ser sustituidas unas o grapadas otras, pues la salinidad las corroe.
Eliseo Fermín cuenta que un día de trabajo normal en el Lago, antes de las expropiaciones, y cuando Pdvsa aún seguía un manual de trabajo, empezaba con un sobre vuelo mañanero de unas cuatro horas para detectar posibles fugas de petróleo o gas, y luego otro de dos horas por la tarde.
Si se detectaban irregularidades, se daban las coordenadas y salían las lanchas con trabajadores a reparar las fugas, bien sustituyendo las tuberías o haciendo los trabajos técnicos del caso.
Cuando se detectaba un derrame de crudo, se enviaban otras lanchas a recolectar el petróleo con los equipos adecuados. Por lo general, se llegaba a recoger cerca de 100% de lo vertido.
Las fugas de crudo son bastante comunes, entre 100 y 120 se presentan a diario, pero con una logística permanente de trabajo es posible reparar el 100% de estas. El promedio de derrames mensuales de Pdvsa no superaba los tres barriles, que eran recogidos en su totalidad, señala Fermín.
El parlamentario considera que Pdvsa ha sido incompetente, pues las fugas crecen diariamente, y no logran un punto de equilibrio, que les permita dominar la aparición de nuevos escapes. REGRESAR |