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Siempre hemos tenido al alcance de nuestras manos lograr que Venezuela participe en el sector turístico como un actor de relevancia mundial. Cuántas veces a los largo de más de medio siglo hemos escuchado que Venezuela está obligada a diversificar su economía, pero como nos suele ocurrir, actuamos con frecuencia justo en el sentido contrario. Designios del destino o más bien incapacidad colectiva. El turismo podría ser nuestra primera gran industria para la diversificación económica.
Basta con solo pensar en la extraordinaria belleza de nuestros paisajes, la magia de la Gran Sabana, la exuberancia de Canaima, la inmensidad de los Llanos, las tradiciones y las vistas de Los Andes, el color de los médanos de Coro, las inconfundibles playas de Los Roques, Morrocoy y Mochima, el ambiente de Margarita, la cueva del Guácharo y muchos otros hermosos lugares. Y qué decir de nuestra comida, la de aquí y la de los restaurantes de inmigrantes y de sus descendientes, que han incorporado al menú venezolano platos de España, Francia, Estados Unidos, México, Medio Oriente, China y Japón. Sin olvidar las bondades de la gente de nuestra tierra, siempre amables y cariñosos.
El turismo es para Venezuela una industria de enorme potencial. En España el segundo país del mundo en turismo, dato poco conocido por estos lados, solo el sector turístico mueve cerca de $110.000 millones, un tercio de toda la economía venezolana. Las Islas Canarias archipiélago español a solo 95 kilómetros de la costa occidental de África, recibe 12 millones de turistas al año, cifra que no pareciera gran cosa si no representara seis veces la población del archipiélago. Solo el PIB per cápita correspondiente al turismo en Canarias es más de una vez y media el PIB per cápita de Venezuela, con petróleo y todo.
Dos conclusiones: a) el petróleo nos genera menos riqueza que el turismo a Canarias, así que ricos no somos y; b) contamos con una industria de enorme potencial sin prácticamente explotar, que puede rivalizar de tú a tú con el petróleo. Pero además el turismo es una industria donde la renta se distribuye a lo largo de toda la cadena de servicios relacionados, es decir, hoteles, líneas aéreas, restaurantes, bares, guías, autobuses, museos, parques, entre otros, y no se necesita como el petróleo de un papá Estado que reparta luego la riqueza.
El turismo requiere de un sector privado visionario, que asuma riesgos y sea paciente en espera del tiempo necesario para que el mercado madure. Se requiere de pioneros que creen infraestructuras hoteleras de lujo y cuenten con los recursos y la paciencia necesaria. Se requiere de emprendedores que ofrezcan servicios como restaurantes, que creen parques temáticos, que formen a guías turísticos y organicen actividades. El turismo bien hecho es una iniciativa fundamentalmente privada.
Pero para contar con estos visionarios, con estos emprendedores, es primero necesario que el Estado establezca políticas para el desarrollo del sector que sean claras y confiables. A nadie se le ocurre poner en riesgo su dinero y su tiempo en un país donde puede ser expropiado por mero antojo presidencial.
La responsabilidad del Estado en el desarrollo del enorme potencial del turismo es ineludible y fundamental. El Estado debe diseñar planes urbanísticos integradores que otorguen un atractivo distintivo. Así mismo para que el turismo surja, el Estado debe construir infraestructuras públicas de calidad, como grandes avenidas, bulevares, playas bien dotadas y parques. Igualmente debe garantizar la seguridad a nuestros visitantes, nadie vendrá a un destino de lujo si piensa que su integridad estará en peligro.
Venezuela cuenta con recursos paisajísticos extraordinarios para el desarrollo del sector turístico, que dé un paso importante en la diversificación de la economía. Ahora es necesario contar con un gobierno que asuma sus responsabilidades en el desarrollo del sector. Estoy seguro que con las inversiones estatales necesarias, con reglas claras y políticas bien orientadas, en el futuro los capitales comenzarían a fluir a éste importante sector. REGRESAR |
| Fecha publicada: 17/08/2010
Fuente: El Universal
Tema: turismo
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