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El Gobierno de Chávez olvida a los oficiales que le sirvieron a la Patria por muchos años, para estos profesionales el retiro se convierte en una amargura, pues tienen que luchar constantemente para que se les otorgue los beneficios que por ley les corresponde.
Irma Aveledo es la viuda de José del Carmen Méndez, quien en vida fuera un oficial retirado de la Fuerza Armadas Nacional (FAN). Méndez era el sustento de su hogar y contaba con el beneficio de alimentación que devengaba, pero en el año 2002 fue suprimido este derecho para él y para todos sus colegas, la orden vino del propio ministro de la Defensa.
A pesar de que los uniformados cumplieron los requerimientos legales y trámites correspondientes para que la Administración Militar corrigiera su error, no hubo respuesta por parte de las autoridades. En el 2006 recurrieron a la Sala Constitucional a través de una solicitud de Amparo Constitucional, el cual fue admitido por la magistrada ponente, Luisa Estella Morales.
El resultado fue una Medida Cautelar Innominada donde se estableció que 'en aras de salvaguardar cautelarmente los derechos de los oficiales, esta Sala acuerda de manera provisional, ordenar al Ministerio para la Defensa expida las órdenes necesarias para que se proceda al pago del referido beneficio de alimentación a los oficiales en situación de retiro con goce, pensión, en las mismas condiciones establecidas para los funcionarios activos'. Aún así, transcurrido más de dos años de esta sentencia del Máximo Tribunal de Justicia, los oficiales retirados no han visto el beneficio.
MÁS DISCRIMINACIÓN Está establecido en el artículo 32 de la Ley de Seguridad de la FAN que las pensiones de retiro, invalidez o sobrevivientes se ajustan de inmediato cada vez que se produzcan aumentos en las remuneraciones del personal activo. Pero en el año 2004 el ministro de la Defensa autorizó el pago del Bono de Profesionalización sólo para quienes pasaron a situación de retiro a partir de enero del 2004.
Para los jubilados militares con este decreto 'se desconoce la condición de profesionales de todos aquellos militares que pasaron a retiro antes de esa fecha'.
Pero aquí no termina todo, desde el año 2006 el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (Ipsfa) no les otorga la Bonificación de Fin de Año que decreta el Ejecutivo nacional.
Por otro lado, a pesar de que a los oficiales retirados les descuentan de su pensión para pagar el Hospital Militar y así recibir una atención médica adecuada no pueden hacer uso de esas instalaciones porque están sobresaturadas de personas ajenas a la FAN.
'No estamos en contra de que presten atención médica a quienes la necesiten, el problema es que la calidad de los servicios y la infraestructura han desmejorado', explica Guillermo León Alfaro, Mestre Técnico Retirado de la FA N.
Con respecto a las medicinas la situación tampoco mejora, los castrenses aseguran que un grupo de profesionales militares, sin preparación académica en el área de la medicina o de la salud, determinan cuales son los remedios que deben ser entregados a los pacientes que requieran algún medicamento.
Quienes formaron parte de las filas de profesionales de la milicia venezolana no se cansan de exigir que se les otorguen sus beneficios, aseguran que morirán de pie ante esta lucha y esperan que en algún momento se les escuche. REGRESAR |
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