La crisis financiera mundial supuso una gran transformación para la mayoría de los parámetros económicos. Pero, entre éstos, destaca la forma en la que los usuarios han tenido que aprender a gastar su dinero.
En los últimos cinco años, el uso de las tarjetas de débito aumentó 57% en todo el mundo. Y según Ryan Goss, director para Latinoamérica y el Caribe de Dynamic Card Solutions (DCS), el incremento se debe a que cuando se desató la crisis muchas personas llegaron a sus límites de crédito y no pudieron acceder a los préstamos de la banca, 'y obligatoriamente tuvieron que cambiar la manera en la que gastaban el dinero'.
Goss explicó que la gente tuvo que migrar a este tipo de cuentas porque las tarjetas de débito resultaban mucho más seguras para los clientes.
'Y de esta forma, aprendieron a gastar sólo lo que tenían disponible en sus cuentas', afirmó.
En cuanto a los beneficios para los bancos, aseguró el experto que también resulta muy atractivo porque pueden implementar programas de débito, ligados a los de lealtad y con esto pueden atraer más clientes.
El crecimiento de este mecanismo de pago, sin embargo, llevó a que el uso de las chequeras y el efectivo disminuyera en 54% en el mismo período.
'Hace varios años, la gente estaba acostumbrada a usar cheques. Pero cada vez que se firma un cheque, hay un costo para el banco y para los usuarios', dijo el vocero.
Esta premisa también explica la motivación que tienen actualmente las entidades bancarias para que sus clientes usen este sistema.
A lista de beneficios, afirmó Goss, debe añadirse que los clientes gastan el dinero de su cuenta corriente de igual forma que si lo hicieran a través de los cheques.
'Y a la vez, que es más conveniente, rápido y seguro (porque se usan claves) tanto para los usuarios como para los comercios', indicó.
Adicionalmente, los bancos ganan las tasas de intercambios y, de esta forma, 'en vez de generar costos tienen una ganancia', apuntó.
Un adiós a la clonación
Aunque la tendencia del uso de tarjetas de débito ya creció más de la mitad, el director de DCS considera que puede crecer aún más con la implementación de las tarjetas con chip, llamadas inteligentes.
Esta afirmación la hizo en el marco del seminario 'Más allá del mito EMV', en el que enumeró los beneficios de la emisión instantánea de las tarjetas de débito y crédito con este sistema.
El proyecto consiste en una tarjeta con chip (EMV) que autentica los pagos que se hagan, al brindar mayor seguridad en las transacciones entre las tarjetas y los terminales.
En cuanto a la seguridad, aseguró que el mayor atractivo es que las acciones de fraude pueden reducirse hasta 100% y que se puede tener un mayor control en la aprobación de los pagos sin conexión.
'Si el banco puede reducir ese fraude, porque es prácticamente imposible por los parámetros de seguridad que utilizamos (con cifrado y encriptamiento de datos), cada tarjeta es más rentable', explicó.
'Un chip es como una computadora: tiene un demostrativo, una aplicación, además claves entre el chip y el aparato de punto de venta. Y cada vez que se utiliza se tiene que comprobar que la tarjeta pertenece a esa persona, y es más seguro todavía, porque tienen PIN (clave) y sin eso, aunque te roben físicamente la tarjeta, no pueden hacer nada', afirmó.
En su opinión, en la medida en la que el banco sea más eficiente y rentable podrán ofrecer mejores beneficios a los clientes finales.
Si adicionalmente, dijo Goss, se incorpora el servicio que DCS ofrece a través de su solución CardWizard, que emite tarjetas personalizadas desde las sucursales bancarias, el resultado sería mucho más favorable, sobre todo en el tema de la seguridad.
'Los clientes pueden entrar a la sucursal, abrir su cuenta y recibir de mano del ejecutivo su tarjeta sin esperar los 10 días que dura, en promedio, el proceso de envío y autenticación, evitando cualquier tipo de extravío', señaló.
Esta forma de emisión, además, proporciona un rendimiento atractivo de la inversión, afirmó. REGRESAR |