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El pasado domingo en Aló Presidente fuimos testigos de nuevas expropiaciones por parte del jefe del Estado, en esta ocasión ya no de grandes empresas o transnacionales, ahora fue a medianos empresarios que con todos los obstáculos y problemas económicos asumieron el reto de invertir en el país y además hacerlo en un sector como el de la vivienda donde el Estado todopoderoso con recursos en cantidad ha sido profundamente ineficiente y un total fracaso.
En el caso de nuestro municipio El Hatillo se expropió El Encantado, Encantado Humboldt y Terrazas de Los Pomelos arrebatando la propiedad a sus urbanizadores y dejando ahora en vilo la propiedad de aquellos quienes con esfuerzo compraron sus apartamentos. Para nadie es un secreto que el Gobierno nacional ha venido arrinconando al sector construcción, hasta el punto de dejarlo fuera de juego, para justificar su ineficiencia en el sector vivienda y apropiarse de lo que ya está construido para de la manera más populista regalar lo que con esfuerzo fue hecho por otros.
En fin, este gobierno en vez de tenderle una mano a los privados que invierten lo que hace es dejarlos fuera del juego, éste quiere hacerse dueño de todo; en un país serio, con respeto a la propiedad privada, el Estado subsidiaria al sector de la construcción para abaratar costos y hacer más bajos los precios de los inmuebles, o simplemente fuese eficiente construyendo vivienda para aumentar la oferta y así ser competitivo en el mercado y por ende reducir los precios de la vivienda. En definitiva esta revolución se apropia del esfuerzo del colectivo, sin más justificación que su propia ambición de poder. REGRESAR |
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