Las restricciones para la cobertura informativa en la Asamblea Nacional (AN) tienen fecha de inicio: 12 de febrero de 2008, día en que el fallecido diputado Luis Tascón presentó denuncias de malversación de quien fuera ministro de Infraestructura José David Cabello, hermano de Diosdado Cabello, hombre de confianza del presidente Chávez.
Desde ese día las sesiones de la Comisión de Contraloría del Parlamento, donde Tascón presentó la denuncia, cerraron para siempre sus puertas a periodistas y comenzó una escalada de impedimentos que culminaron con el extremo de poner obstáculos para abordar a los diputados en la entrada al Hemiciclo de Sesiones, donde tradicionalmente los legisladores conversaban con los reporteros de la fuente parlamentaria.
Desde hace tres años obtener algún informe sobre un caso de corrupción era, y es, casi imposible. Sin embargo, aún se podía ingresar a las otras 14 comisiones permanentes a menos que hubiera alguna sesión de trabajo especial o alguna que otra excepción que ameritara el trabajo en privado, pero se tenía el acceso a las comparecencias y a los debates de esas instancias legislativas.
Hoy es extraño que los periodistas logren entrar a alguna de las comisiones, incluida Política Interior, una de las que genera más información y que en este nuevo período legislativo encabeza Cilia Flores, quien ejerció la presidencia del Parlamento durante cuatro años, y quien señaló en aquel febrero, luego de la denuncia, que Tascón se había autoexcluido de la organización política roja. "Las puertas que permanecen abiertas son las de las Comisiones de Finanzas y Desarrollo Social, además de las presididas por la oposición", explica la reportera Daisy Martínez quien cubre la fuente para el diario El Tiempo.
En la presidencia de Flores se restringió el paso al Hemiciclo de Sesiones sólo a la prensa y durante esta directiva, presidida por el exLiga Socialista Fernando Soto Rojas, se da un paso más en el establecimiento de límites con la intención de confinar a los periodistas en una sala sin posibilidad de moverse por el patio del Palacio.
La directiva de Soto Rojas, el experimentado Aristóbulo Istúriz y la izquierdista Blanca Eeckout, se estrenó en enero pasado con dos innovaciones: la incorporación de barras, como las llamó Istúriz, que ahora ocupan el balcón, lugar antes reservado para los trabajadores de los medios; y el cierre de los pasillos a los comunicadores que están obligados a ver lo que ocurra por un pantalla plana que sólo transmite la visión de ANTV, única autorizada a transmitir los debates, según el recién modificado reglamento interno.
"Los periodistas lo que quieren es husmear y ver quien se duerme en las sesiones", ha dicho Soto Rojas para argumentar las medidas. Mientras que el director de medios de la AN y exreportero de VTV, Ricardo Durán, advirtió en un diario nacional que "la conducta de los comunicadores podría obligar a impedir su entrada al Legislativo".
La reportera Martínez no está de acuerdo con las justificaciones oficialistas: "Se abrió de nuevo la sala de prensa, pero con un detalle: los periodistas no podemos salir de allí durante las sesiones o actos especiales, lo cual es absurdo; es como ver TV desde la casa u oficina, una sola perspectiva y es como si quisieran que nos resignáramos y dejemos de ir al Palacio. En la AN sólo contestan que son órdenes de 'arriba' o que sólo aplican el reglamento Interior y Debates. Lo único que falta es que nos prohíban la entrada a cualquier dependencia de la AN. Se le ha planteado la situación a Soto Rojas, pero siempre la respuesta es la misma '¿Para qué quieren ustedes estar metidos allí?'."
Las razones de la radicalización no están claras para Martínez pero asoma: "No me atrevería a afirmar cuál es la razón exacta de las limitaciones a la prensa en la AN, cuya profundización coincide con la llegada de la oposición, pero, sea cual sea, la medida es equivocada. El derecho a la información está consagrado en la Constitución y ningún reglamento puede prevalecer. Los periodistas sólo cumplimos con nuestro trabajo que es informar al ciudadano lo que ocurre en la AN".
No sólo el Parlamento
Los obstáculos para el acceso a la información pública y las fuentes estatales, junto con impedimentos en la cobertura noticiosa, suman 20% de los tipos de agresiones a la prensa, según cifras difundidas por el Instituto de Prensa y Sociedad. Un total de 11 casos de impedimento de la cobertura informativa registra el organismo en los últimos 9 meses en lugares como el metro de Caracas, la sede administrativa de la AN, la Cancillería, la Fiscalía Militar, y la morgue, entre otros.
En los últimos cinco años se ha limitado el acceso a las fuentes e informes en el Tribunal Supremo de Justicia, los ministerios y el Cicpc con medidas que restringen el acceso de los periodistas a los lugares donde se encuentran los funcionarios. Otros espacios, como el Palacio de Miraflores, han sido vetados para los reporteros. Desde 2004 no se permite la entrada de los periodistas y se eliminó la sala de prensa. Recuérdese aquel "no queremos periodistas pululando por el Palacio" dicho a mediados de 2005 por el entonces y ahora también ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra.
Estar confinados a espacios, no subir escaleras, no estar en los pasillos, no molestar a los funcionarios, y una larga lista de "no" están obstaculizando la labor periodística en el país. REGRESAR |