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No queda duda de que los trabajadores contarán con más tiempo libre pero, por otro lado, la inflación acentuará su escalada. Al menos estas son las consecuencias directas de la propuesta presidencial de recortar la jornada laboral a seis horas diarias, según indica un informe de ODH Grupo Consultor.
Desde el Gobierno se ofrecen pocos detalles que aclaren cómo será la aplicación de esta política una vez que sea aprobada la reforma constitucional, aunque ya los analistas comienzan a alertar sobre los efectos que tendrá el recorte del horario en la vida del venezolano.
ODH calcula que el costo por hora trabajada se incrementará 25%, lo que traerá un impacto directo en los costos de producción y, a su vez, en los precios de los bienes y servicios.
En el reporte Análisis Venezuela que realiza la consultora destaca que, en todo caso, el alza de los costos de producción dependerá del peso que tenga la mano de obra en la estructura de costos de las empresas.
Nómina pública expandida
El estudio revela que el mayor peso de la reducción de la jornada se lo llevará el sector público que concentra alrededor de un millón de trabajadores que laboran ocho horas diarias.
"En consecuencia, la totalidad de los empleados públicos venezolanos trabaja 12,9 millones de horas diarias. Luego de la reducción de la jornada laboral, el número de horas diarias trabajadas bajará a 9,7 millones de horas", señala el análisis presentado por la consultora ODH.
El estudio agrega que la diferencia de horas trabajadas en el sector público, 3,2 millones, deberá ser pagada con horas extras o ser cubierta con una ampliación de la nómina pública.
Desde el Ministerio del Trabajo no ha salido una palabra que permita conocer en la práctica cómo será la puesta en escena del recorte del horario. Lo que queda claro hasta los momentos es que el Presidente Hugo Chávez espera que el desempleo baje a menos de 5% tras la reducción de la jornada y que el modelo francés será tomado como referencia para aplicar la medida en Venezuela.
La consultora ODH asegura que "la experiencia en Francia y Alemania ha demostrado que la reducción de la jornada laboral, en el mejor de los casos, no es una política que ayude a incrementar el nivel de empleo".
Avance y retroceso
En la nación francesa, ejemplo para el Gobierno venezolano en el tema, el éxito no se logró. En el año 2000 comenzó a regir el recorte de 39 a 35 horas semanales de la jornada de trabajo. Las empresas con más de 20 trabajadores fueron las primeras encargadas en aplicar la medida, mientras que las pequeñas esperaron hasta 2002 para incluirse en los cambios.
En su momento, el gobierno francés aplicó beneficios fiscales a las empresas, de manera que el alza de los costos de producción no se tradujera en un mayor nivel inflacionario.
Pero esto no sirvió para que la Ley Aubry, encargada de regular la reducción de la jornada, funcionara. El propio sector público no pudo adaptarse, para los hospitales creo distorsiones que generaron más burocratización en los servicios de salud, mientras que para los transportistas fue muy difícil hacer cumplir la ley.
Tres años después de su entrada en vigencia el gobierno se replanteó la medida y, aunque el tope semanal de 35 horas se mantiene, el cupo máximo de horas extraordinarias que pueden laborar los trabajadores al año pasó de 130 a 180 horas.
Desde entonces los franceses en realidad laboran 39 horas por semana, igual que antes de que la Ley Aubry entrara en vigencia en el año 2000. REGRESAR |
| Fecha publicada: 29/08/2007 Fuente: El Universal Tema: economia Tags: Reforma Constitucional
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