El conglomerado ítalo-argentino Techint 'quiere seguir en Sidor, aun siendo socio minoritario', afirmó Daniel Novegil, presidente del grupo Ternium, que controla la siderúrgica nacionalizada recientemente por el Gobierno venezolano.
'Entendemos la decisión en el contexto político de Venezuela. Es una decisión de oportunidad y estratégica del Gobierno', aseguró Novegil, en una entrevista publicada hoy por el diario Clarín, luego de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, firmó el pasado miércoles un decreto de ley orgánica que ordena la nacionalización de Sidor, la mayor siderúrgica de la región andina y caribeña.
Antes de entrar en vigor, la ley debe se ratificada en los próximos días por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Siderúrgica de Orinoco (Sidor) está controlada en un 60 por ciento por el grupo internacional Ternium, que tiene como accionista a Techint, mientras que un grupo de trabajadores y jubilados controlan el 40 por ciento restante en partes iguales con el Estado.
'Estamos dispuestos a llegar a un acuerdo (con el Gobierno venezolano), siempre que los términos sean justos y luego continuemos trabajando para que, bajo control del Estado, Sidor siga siendo exitosa', señaló Novegil, en medio de las negociaciones que mantiene con las máximas autoridades de Venezuela para definir el futuro de la compañía.
El empresario evitó precisar el monto que pide el grupo por las acciones de la empresa y el que ofreció Venezuela, y tampoco aclaró si la administración de la firma podría ser compartida.
'Queremos un precio justo que debería ser el valor de mercado al que hacen referencia los tratados de protección de inversiones entre Argentina y Venezuela y los Protocolos del Mercosur', dijo.
'Y debería valuarse como se hizo en transacciones recientes y en empresas comparables. La planta hoy no tiene comparación con la de 1998. Sidor pasó de producir 2,9 millones a 4,3 millones de toneladas de acero líquido, un aumento del 50 por ciento. Invertimos 950 millones de dólares', resaltó Novegil al matutino argentino.
Chávez alertó el pasado domingo que los dueños mayoritarios de Sidor no deben creer que los venezolanos son 'pendejos' (idiotas), tras reclamar 'un precio justo' y advertir: 'No vamos a pagar 4.000 ni 3.000 millones de dólares' por esa empresa.
La siderúrgica fue privatizada en 1997, dos años antes de que Chávez llegara al poder, y su regreso al Estado tuvo como detonante un grave conflicto laboral surgido tras más de 15 meses de negociaciones infructuosas con los ahora ex dueños, lo que este año desató una oleada de huelgas.
En este marco, el mandatario venezolano también decretó el miércoles un aumento salarial del 30 por ciento para los empleados de la compañía.
El grupo Amazonia, integrado por Ternium (86 por ciento) y Siderar (14 por ciento), pagó en 1998 unos 1.200 millones de dólares por el control del 60 por ciento de las acciones de Sidor.
Novegil aseguró que el grupo quiere seguir en la firma porque el proyecto industrial de la empresa 'es único y de excelencia para Latinoamérica'.
'Es capaz de competir en todos los frentes con los grandes grupos siderúrgicos que están llegando a la región', subrayó el ejecutivo, quien afirmó que el Gobierno argentino 'está apoyando a Techint, haciendo lo posible para que se llegue a una solución razonable en beneficio del proyecto Sidor'.
El empresario también destacó la gestión de la compañía en materia ambiental y aseguró que 'quienes hablan de explotación y maltrato deberían conocer la realidad del ambiente de trabajo', pese al conflicto que afronta la firma.
Además, Novegil aseguró que Sidor 'privilegió el abastecimiento interno, sacrificando exportaciones', frente a las críticas que recibió en los últimos días por privilegiar supuestamente la venta a otros países.
'En 1998 se importaba el 30 por ciento del mercado venezolano de productos planos. En la actualidad no hay importaciones. Y de 1,2 millón de toneladas que proveía en 1998, en 2007 suministró 2,5 millones al mercado venezolano', precisó. REGRESAR |