El presidente Chávez abrió su programa dominical recordando que en la medianoche de hoy vence el plazo para la nacionalización de las cementeras transnacionales que operan en Venezuela: Cemex, con la mayoría del mercado; y casi un 50% en manos de Lafarge y Holcim. De esta manera, se concreta otra fase de la avanzada estatizadora y nacionalizadora que el gobierno ha emprendido al menos desde principios de 2007, cuando apenas comenzaba el nuevo periodo presidencial. Esta tendencia conduce a canalizar inmensos recursos monetarios en la compra de empresas para intervenir directamente en temas como la vivienda, telecomunicaciones, electricidad, banca y otros de carácter estratégico. Ahora, con el control de la siderúrgica, las cementeras y hasta el control del transporte y distribución de los insumos, no habrá ninguna excusa para el déficit de construcción de viviendas y el ministro de Vivienda, Farruco Sesto, estará obligado a cumplir la meta de 200 mil viviendas por año, apuntando al plazo ofrecido de resolver el problema antes de una década.
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