La cementera mexicana Cemex, la tercera más grande del mundo, y el gobierno de Venezuela podrían llegar a un acuerdo cercano a 950 millones de dólares por la nacionalización de sus plantas.
Cemex y el gobierno de Venezuela seguramente llegarán a un acuerdo 'más cercano a los 950 millones de dólares', dijo a la AFP Alejandro Ibarra, académico del Tecnológico de Monterrey, un centro de estudios superiores cercano a los intereses empresariales mexicanos.
El vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrizales, anunció el viernes que reanudará las conversaciones con Cemex, tras el anuncio dos días antes, de la firma mexicana de que presentará una demanda de arbitraje internacional.
'Es una retracción del gobierno de Venezuela para no crear un problema diplomático con México', consideró Ibarra, quien recomendó a la empresa mexicana realizar la venta total de su filial venezolana para evitarse problemas futuros si quedara como accionista minoritario.
La expropiación de la industria cementera en Venezuela, anunciada en abril por el presidente venezolano, Hugo Chávez, afectó, además de Cemex, a la francesa Lafarge y a la suiza Holcim que cubrían el 50% del mercado venezolano, mientras que la mexicana poseía el resto.
Chávez ofreció a Lafarge y Holcim 819 millones de dólares, mientras que para la mexicana determinó sólo 650 millones de dólares, indicó el especialista.
Si la firma mexicana inicia el proceso de demanda las 'normas establecen que cuando arranca un caso debe terminar', advirtió Ibarra.
Para el experto mexicano la decisión de expropiar la industria cementera viola reglas internacionales, pues el argumento venezolano de que Cemex no invirtió suficiente en medio ambiente puede ser impugnado.
Mientras que las acusaciones por las condiciones de inversión internas en sus subsidiarias internacionales también son desechables porque éstas son potestad de la empresa y no del gobierno, mientras que el volumen de producción lo determina el mercado, añadió el experto. REGRESAR |