Las nacionalizaciones de la semana pasada en Guayana, que siguen a las expropiaciones de empresas contratistas de la Industria Petrolera, podrían explicarse por la aceleración del Plan Nacional Simón Bolívar 20072013 'Primer Plan Socialista', o porque estaríamos en presencia de una 'huida hacia delante', término francés que se define como 'hecho de reforzar o acentuar un proceso peligroso (político o económico) por no poder controlarlo o encontrar una mejor solución'. Realmente, a estas alturas, ambas explicaciones son lo mismo.
Veamos por qué. En efecto, a lo largo de estos 10 años de 'proceso' se han intentado todas las formas asociativas que van desde el estatismo 'cuartorrepublicano' duro hasta toda suerte de formas de propiedad colectiva como las cooperativas y las 'Empresas de Producción Social', de las cuales no se ha desprendido un solo centavo de 'excedente' que pudiera repartirse entre los trabajadores. La mayoría simplemente ha quebrado, y las más grandes o pagan menos impuesto o se han convertido en demandantes de fondos del Estado, como es el caso de las empresas de aluminio de Guayana, y ahora de Sidor. Además, importamos todo. En otras palabras que, cuando Venezuela recibía cantidades inimaginables de dinero por las exportaciones petroleras y podía financiar un eventual proceso de cambio al Socialismo, en el que se pudieran corregir sobre la marcha los inevitables problemas derivados de gestiones inexpertas por parte de obreros y empleados, para tornar viables esas 'Empresas Socialistas' (si esto es posible, lo que quedará por ver), el gobierno se limitó a donar gigantescas cantidades a cooperativas de papel, a adquirir empresas quebradas para que los obreros las 'trabajaran', o tomar haciendas productivas para prestárselas a campesinos sin tierra. Pareciera que no hubo asesoramiento, ni seguimiento ni voluntad real de construir algo distinto. Ahora, cuando estamos en verdadero período de vacas flacas y Pdvsa no puede pagarle a sus proveedores, ni el gobierno invertir nada sustancial en las empresas de Guayana, es el momento escogido para 'profundizar' el proceso y decirle a los trabajadores que de ahora en adelante van a ser los felices 'propietarios' de empresas quebradas o en proceso de serlo. Esta es la definición misma de la fuite en avant. Es acelerar el paso a ver si sucede un milagro. REGRESAR |