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Funcionarios venezolanos comenzaron el llamado período de transición a la nacionalización de las empresas briqueteras en manos de capital privado argentino.
Representantes de la industria ítalo-argentina Techint señalaron al diario Clarín que esta vez esperan que las negociaciones no sean tan extensas ni tan arduas como las que se realizaron por la compra de 60% de las acciones de Sidor.
El grupo siderúrgico ha señalado que espera que por las empresas se les pague su valor de mercado, y por ello han insistido en la intervención del gobierno argentino. Aseguran que si la oferta del gobierno de Chávez no les compensa, recurrirán al arbitraje internacional.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, se comunicó con el más alto nivel del grupo Techint para dejar en claro que el gobierno argentino ayudará a que reciban una justa compensación por las firmas en Venezuela.
En la comunicación telefónica con De Vido, la alta gerencia de Techint le hizo saber que el grupo 'no vende empresas, sino que las compra, desarrolla y las transforma en activos estratégicos, algo que no paga una compensación económica'.
Según el diario Clarín, la intención del llamado fue tratar de llevar tranquilidad, no sólo dentro de Techint sino en otros ámbitos empresariales, ya que en sólo una semana hubo dos comunicados de la Unión Industrial y de la Asociación Empresaria Argentina reclamando al gobierno de Cristina Kirchner que vete el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur.
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